Para adentrarnos en LSC, es menester reconocer la anatomía sutil del ser humano, tal como la vislumbraron en su cosmovisión, el Ayurveda y la Medicina Tradicional China, hace miles de años. Así configuraron la existencia de varios cuerpos interdependientes e interpenetrados, desde el físico al energético -o etérico-, emocional, mental, causal, en relación con el universo. 
Esto nos lleva a una óptica distinta a la que ofrece la medicina científica moderna-lógica, lineal, secuencial, donde prima una DINÁMICA DE ANALOGÍAS E ISOMORFISMOS, que nos desafia a un viaje del intelecto a la intuición..

”NO hay un camino lógico que conduzca al descubrimiento de las leyes elementales. El único camino es el de la INTUICIÓN, que nace del sentimiento de que hay un ORDEN tras las apariencias” -A.Einstein-.

A su vez abrevaremos en la anatomía y fisiología de nuestro cuerpo físico, para captar, a ése nivel, la correspondencia forma/función de cada órgano principal, asociado a otros órganos y sistemas.

Para no perdernos en la cantidad de información buscaremos la CUALIDAD INTEGRADORA de los comunes denominadores de los diferentes enfoques y nos ayudaremos con diversos códigos de lectura del SÍMBOLO HUMANO.

Rescataremos el arquetipo implícito tras lo explícito de los bio-psico-prototipos y permitirá aflore la UNIDAD indivisible, completa y total, desde la fuente o campo unificado hasta la última de las moléculas de las células animadas por un PROPÓSITO /SIGNIFICADO.

Nos referimos entonces al paradigma de la CONCIENCIA, cuyo marco de pensamiento global, holístico, supone un modo nítidamente nuevo de enfocar antiguos problemas. Pero esto nos induce a :

  1. Considerar la antigua concepción como una verdad parcial.
  2. Saber que éste nuevo pensamiento siempre estuvo allí pero no fue reconocido.
  3. Reconciliar los conocimientos clásicos y los nuevos en sus contradicciones aparentes.
  4. Des-aprender, es decir, quitarse los condicionamientos que impiden acceder a lo nuevo; renunciar a las falsas identidades.
  5. Familiarizarnos con éste cuerpo vivo que somos y que obtiene placer en su hacer.
  6. Aprender a escuchar sus mensajes desde un silencio exterior e interior.
  7. Entablar un diálogo positivo, aceptante, revelador con aquella parte quejosa, rebelde a los tratamientos convencionales.
  8. Prestar atención a los pequeños detalles de la vida cotidiana y entrar en la cualidad/dimensión de la experiencia.

La propuesta es como sumergirnos en un paisaje , disfrutarlo, sin necesidad de sufrir al separar cada uno de los componentes, e IMPLICARSE en él, mas que pretender explicarlo.   

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