LA ENERGIA DE LA LUZ Y EL COLOR



Podemos ver estos siete colores en un arcoíris, gota de lluvia o roció e incluso en un copo de nieve.

Las luces y el color son inseparables. Cada color de los rayos de luz visibles tiene diferentes longitudes de ondas y frecuencias de vibración de onda que nos afecta de formas diferentes. El rojo tiene la longitud mayor de onda y la más lenta frecuencia de vibración, que reconocemos de forma innata como cálida y estimulante. Por otro lado, violeta tiene la onda más corta y la frecuencia de vibración más rápida, que reconocemos como una fresca y calmante energía.

Nosotros recibimos energía por medio de los ojos, que luego estimulan la retina y sus células, bastones y conos. Estos impulsos, viajan por medio del nervio óptico hacia la corteza visual del cerebro por medio de la pituitaria, estimulando otras glándulas y sus hormonas de secreción hacia varias partes de su cuerpo.

Muchas funciones del cuerpo son estimuladas o retardadas por la luz y los diferentes colores y esto es lo que afecta nuestro sistema chakra. Ya que la luz y sus colores afectan físicamente glándulas y hormonas, también tienen una influencia marcada en nuestros estados de ánimo y sentimientos.

La ciencia ha probado que ciertos colores pueden calmar la mente mientras que otras estimulan la actividad mental. Nosotros necesitamos energía de luz para alimentar nuestro cerebro, nuestras emociones y nuestro cuerpo físico así como nuestros cuerpos de luz y especialmente nuestros chakras.

La luz puede también entrar por nuestra piel y nuestra respiración. De esta forma, podemos recibir energía de luz adicional por medio del equilibrio del consumo de alimentos de varios colores, hierbas, vitaminas, aromaterapia, sonidos, minerales, ropa, decoración y baños de colores.

 

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