El chakra cuarto, anahata- no emitido/intacto/sonido puro de la creación-, se ubica entre los omóplatos, a la altura de la cuarta vértebra dorsal y el punto de acupuntura VG11; se lo asocia al color verde esmeralda, al elemento aire, al sentido del tacto, a la energía magnética, al metal cobre, al sonido raíz “kam”, al reino humano. Se lo visualiza como un dodecaedro o un loto de 12 pétalos, que forma dipolo con el tercer chakra, y sintetizando en el ajna, conforma el cuerpo emocional. Rige el sistema cardiocirculatorio, la caja torácica, las mamas, los miembros superiores, el sistema inmune y el nervio vago. La glándula endocrina asociada es el timo, que comanda la inmunidad celular.
Recibe la influencia del segundo rayo cósmico -amor/sabiduría- que predomina en nuestro sistema solar, y ha sido encarnado, históricamente, por el Cristo y el Buda, y ejemplificado en el Arcángel San Rafael -como arquetipo de la curación-. Sus fuerzas activas principales son: el equilibrio, la generosidad, la compasión, el perdón, la templanza, la tolerancia y la entrega del Ser.
Si el chakra está inhibido, hay poca capacidad afectiva y de expresión de los sentimientos, que suelen ser confusos, no compartidos y existe una dificultad en la superación de los traumas emocionales.
Tienen lugar frecuentes depresiones, llanto y quejas acerca del trato que le otorgan las otras personas -arquetipo del “víctima”-.
Si está exaltado, cae en la polaridad del egoísmo, escepticismo, la mezquindad y posesividad, con una conducta dura, insensible, irresponsable y despectiva hacia todo, teñida por el rencor y el odio
Se observa en situaciones de co-dependencia y apego excesivo.
Como arquetipo funcional lo vemos representado en una madre que ha dedicado la vida a sus hijos, que los ama y cuida incondicionalmente, con inquietudes elevadas de veneración, compasión y autosacrificio. Una persona así puede ser el Alma de una sociedad, su conciencia y el consuelo para los desgraciados de este mundo.
En los aspectos positivos se hallan la comprensión, la armonía, la inclusividad, el autoreconocimiento, el amor a la vida y la verdad, la calma, el temperamento sereno y la inteligencia clara.
Las lecciones a aprender son: a amar sin esperar recibir; a dar sin condiciones; a no absorber al otro.
En los aspectos negativos: represión del amor, inestabilidad emocional, indiferencia a los otros, pobre autoimagen e inadecuación.
Sus miedos principales son: a la soledad, al compromiso, y a “obedecer al corazón”; a la desprotección emocional -debilidad/traición-.
Dentro de las disfunciones físicas atribuibles al funcionamiento alterado de este centro energético, encontramos:
- Enfermedades autoinmunes o inmuno depresivas.
- Problemas cardíacos funcionales o lesionales; arteriopatías.
- Problemas de mamas-benignos y malignos-.
- Distimias y formas psicopáticas de control de otros.
La verdad sagrada es “EL AMOR ES PODER DIVINO”.
Nos pasamos la vida aprendiendo y cada uno de los desafíos es una enseñanza sobre algún aspecto del amor. A su vez, la forma en que respondemos queda registrada en nuestra biología: las crisis cuyo núcleo problemático es lo afectivo vincular -divorcio, abandono, maltrato emocional, pérdida del ser querido- suelen ser causantes de enfermedad física.
Desde las tradiciones espirituales la ley a que debemos obedecer, si aspiramos a conocer a Dios como Amor es:”Amarás a Dios con toda tu alma, todo tu corazón, toda tu mente y toda tu fuerza. Y amarás al prójimo como a ti mismo”. De aquí se desprende que “si no te amas a ti mismo no puedes amar a nadie”.
Por todo ello vivificar el chakra del corazón es una tarea actual y representa un nuevo estadio en el sendero del autodesarrollo.
Según R.Steiner el foco central de estos cambios es la transformación del pensar puramente lógico en una enteramente nueva cualidad caracterizada por un pensar orgánico-vivo, con el corazón. Asimismo Leadbeater consigna:”el cuarto centro, cuando se despierta, dota al hombre del poder de comprender y simpatizar con las vibraciones de otras entidades astrales, de tal manera que pueda, instintivamente, entender algo de sus sentimientos”
El órgano que nos dotará de una mirada realmente profunda y al mismo tiempo poderosa, tiene su asiento potencial en nuestro corazón del presente que es manantial y fundamento de la futura evolución humana. Cuando llegue a ser tal, el conocimiento será cálido e íntimo, como sólo el Amor y la simpatía lo son en nuestros días. El corazón será el CEREBRO DEL PECHO, UN ÓRGANO DE CONCIENCIA.
La lógica del corazón está en la capacidad de vencer gradualmente al egoísmo y hacer de todas las personas parte de una toda abarcante comunidad humana.
El Conocimiento ayuda a que el Amor florezca, y el Amor a su vez trae el Conocimiento completo.
El propósito del saber de cada civilización es facilitar la APERTURA HACIA EL AMOR, que es el núcleo de toda la existencia.