De todos los alimentos que nos aportan salud, vamos a fijarnos sobre todo en aquellos que por su potencial efecto antiinflamatorio puedan ser útiles en la modulación de la inflamación.
También son importantes los alimentos que actúan restaurando la flora intestinal dañada, así como aquellos que puedan ayudarnos a modular algunos síntomas como la depresión, la ansiedad o la fatiga.
Las enfermedades autoinmunes son procesos patológicos en los que el sistema inmunitario ataca a las propias células y nos enferma. La incidencia de este tipo de enfermedades se ha multiplicado por tres en las últimas décadas. La artritis reumatoide, la diabetes tipo I, la psoriasis o el hipotiroidismo son cada vez más habituales.
Las causas pueden estar en una alteración de la microbiota intestinal, que podemos reforzar a través de una correcta alimentación.
- La algas verdes y azules, como la espirulina y la chlorella, aumentan la cantidad de lactobacillus y bifidobacterias en el tracto digestivo.
- El azafrán puede ser útil para modular casos moderados de ansiedad y depresión. Su principio activo, el safranal, puede modular los cambios de humor, los estados de tristeza o euforia, la melancolía, la apatía, las alteraciones del sueño. También estimula la producción de serotonina y noradrenalina.
- Gracias a sus polifenoles, la canela reduce los niveles de glucosa en sangre y mejora los de colesterol y triglicéridos.
- El chucrut es col fermentada en agua y sal (salmuera) acompañada a veces de especias. Mejora la flora intestinal, restablece el pH del intestino delgado, mejora el proceso digestivo y la absorción de nutrientes.
- El más potente antiinflamatorio natural existente es la cúrcuma, el ingrediente principal del curry.
- El kéfir procede de la fermentación de la leche mediante hongos y bacterias. Existe kéfir de leche, de agua y de té o kombucha, y su efecto beneficioso vendría dado porque ayuda a la regeneración de la flora intestinal que ha sido dañada.
- El kimchi es una receta coreana de verduras en adobo. Se aconseja por ser rica en probióticos.
- El jengibre se ha utilizado clásicamente para el asma por su efecto antiinflamatorio sobre la vía aérea alérgica. Este efecto, causado por la supresión de la respuesta inmune mediada por las células Th2, podría ser aplicado en muchas enfermedades autoinmunes.
- Las nueces pueden considerarse como un producto natural "casi perfecto" por su alto nivel de antioxidantes y proteínas. Además de ser fuente de omega-3, un potente antiinflamatorio, las nueces son ricas en polifenoles que podrían tener efectos beneficiosos en el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y las neurodegenerativas.
- El resveratrol es un polifenol presente en el vino: en el blanco (0,16- 0,30 g/l) y en el tinto (2,5 g/l). Posee una potente acción antiinflamatoria, antioxidante y anticancerígena.
- La tradicional sopa de miso japonesa es rica en probióticos.
- Las semillas de chía y de lino presentan un importante efecto antiinflamatorio y disminuyen los niveles de proteína C reactiva debido a que son ricas en omega-3, muy especialmente las de lino.
Un estudio llevado a cabo en 2011 en la Universidad de Oregón probó que un polifenol presente en el té verde (epigalocatequina-3-galato) podía modular el sistema inmunitario aumentando el número y la acción de los linfocitos T reguladores in vitro mediante un mecanismo epigenético.