“Primer órgano en desarrollarse tanto en lo que concierne a su evolución ontogenética , como en lo concerniente a su historicidad filogenética, la oreja precede notoriamente en éste segundo aspecto a la instalación del sistema nervioso” .Alfred Tomatis
Y así si nos remontamos a la embriología humana se verifica la formación del oído interno desde la cuarta semana , a partir del otocisto o vesícula auditiva .
Asumiendo que el sonido consiste en condensaciones y rarefacciones oscilantes del aire , la frecuencia de la onda determina la altura del sonido que se mide en ciclos por segundo o Hertzios .El rango captable por el oído humano es de 20-15.000 Hz.
Por otro lado , la amplitud de la onda determina la intensidad, que se expresa en decibeles-dB-, siendo 120 dB el límite que puede tolerar la cóclea sin dañarse-trauma acústico-..
Si clasificamos al aparato auditivo en 3 estructuras –oído externo,. medio e interno-las dos primeras reciben, amplifican y transmiten las ondas sonoras-el sonido atraviesa el conducto auditivo externo ,
hace vibrar la membrana timpánica y se transmite por la cadena de huesecillos(martillo, yunque y estribo-oído medio)- y el estímulo mecánico es traducido en señales eléctricas por los receptores sensoriales-células ciliadas del canal coclear- que conforman luego el nervio auditivo que llega hasta la corteza auditiva-circunvolución temporal superior-donde se configura como sensación auditiva.
Por el principio básico de la percepción acústica-G.Ohm,sigloXIX- el sistema auditivo realiza una descomposición de los sonidos propagados a través del aire en sus frecuencias , de diferentes fases y amplitudes. Además, hay una codificación tonotópica en la membrana basilar y la cóclea que resuena según armónicos.
Además , los tres canales semicirculares y las cavidades del utrículo y sáculo colaboran con el sentido del equilibrio y la orientación.
La normalidad funcional del oído medio puede verse perturbada por lesiones del tímpano-perforación/fibrosis-, afección de la cadena de huesecillos o inflamación de la mucosa del oído medio que se halla en relación con la mucosa faríngea-a través de la trompa de Eustaquio- o la mastoides.
Para el descubridor de la auriculoterapia como una disciplina médica compleja-Paul Nogier-, el pabellón auricular es a la vez una pantalla de observación para el diagnóstico y un tablero de comando para la terapeútica de algunas enfermedades.
Se fundamenta en la reflexoterapia trigeminal y la riqueza de inervación del pabellón junto con sus conexiones con el sistema nervioso central . Pero Nogier fue más allá al observar que la oreja funciona como un radar privilegiado-por su cercanía con el cerebro-ante la proximidad de estímulos biológicamente significativos que son valorados por la respuesta obtenida en la variación de la amplitud del pulso radial-VAS: señal autónoma vascular.
Desde la bioenergética se considera a los oídos como chakras secundarios-del quinto chakra laríngeo- y se vincula el anillo auricular con la actitud humana del COMPROMISO.
En el Nei King-Medicina tradicional China-“la oreja es el lugar de reunión de los meridianos ancestrales” , y, llegan a su perímetro los meridianos de Intestino delgado y Triplefunción.
Siguiendo nuevamente a Tomatis: ”LA ESCUCHA PREEXISTE y determina su función , que decide la construcción del aparato auditivo”.
Desde la tradición kabalista –Rabí Najman de Breslav-se dice que, aunque técnicamente escuchamos a través de nuestros oídos, el proceso debe completarse con el corazón que facilita nuestra comprensión de aquello que hemos oído. Así un maestro debe hablarle al corazón de sus alumnos y éstos a su vez, deben poner concentración.
El maestro debe pesar muy cuidadosamente sus palabras y los que lo escuchan deben oir y aceptar solo lo necesario para su crecimiento espiritual.
La Fe es un poderoso remedio para curar el oído deficiente. Así en el versículo Isaias (50:4): ”El Señor me dio la lengua de instruidos para saber sustentar con palabras a los cansados. Él despierta mañana tras mañana despierta MI OÍDO para oir como los instruidos”.
Para ello no es suficiente evitar escuchar la calumnia, las palabras profanas y otras formas de ofensivas del habla. Uno debe también ser selectivo respecto a quién escucha.
En la plegaria más cara a la tradición judía :”Shema Israel , Adonai eloheinu , Adonai ejad..Se apela al ESCUCHA –imperativo-pueblo, el Señor es nuestro Dios, El Señor es UNO..
Pero para que nuestro recitado sea más efectivo y podamos obtener el máximo beneficio de nuestras palabras debemos aguzar nuestros oídos y no recitar de manera pasiva. Debemos ESCUCHAR nuestra propia proclamación de Fe y grabarla en nuestros corazones.
Esto constituye la mayor rectificación posible de los oídos.
Cuando logramos hacer el SILENCIO interior , es posible ESCUCHAR a nuestro Ser ,y seguir su ritmo armonioso , tal como intraútero resonábamos con el corazón materno.