¿Qué es la vida?
La vida es información, la información puede ser una molécula de medicamentos, una emoción o una imagen mental.
La Salud
No se considera un estado, sino un proceso permanente de aprendizaje y cambio. El cuerpo sería un patrón de energía y organización inteligente y cambiante. Un sistema de circuitos integrados, una estructura fluida que responde a pequeños estímulos con grandes respuestas (concepto homeopático).
La salud es ganancia de electrones (reducción) y la enfermedad es pérdida de electrones (oxidación).Desde este paradigma se considera la hemorragia una fuga de energía, una fuga de electrones, una fuga de corriente.
La enfermedad
Sería entonces la alteración de un sistema de circuitos integrados, es decir un cortocircuito orgánico, donde no hay paso de electrones, por lo tanto no hay paso de energía, ni información. Es un estado caótico, previo a un nuevo orden, de manera que puede transformarse en un agente transformador.
La enfermedad (según el Dr. Hamer), es veces una estrategia de supervivencia.
La enfermedad, en último término, según el Dr. Carvajal es la ignorancia de no saber quienes somos (por habernos desconectado de nuestra alma) y por lo tanto no saber utilizar nuestro instrumento que es el cuerpo.
1ª confusión: Creemos que sólo somos un cuerpo.
Un ser humano no es un cuerpo, sólo utiliza el cuerpo como instrumento, como vehículo para expresarse en el mundo de la materia.
2º confusión: Vivir para el placer.
Como creemos que sólo somos un cuerpo, nos pasamos la vida buscando algún placer exterior que nos produzca relajación: como el alcohol, la comida, las drogas, el cigarro, etc. Sin darnos cuenta que el verdadero vacío (plexo solar) es de dulzura, de ternura, de afecto.
Entonces el vacío familiar: lo llenamos de televisión; el vacío de la pasión por la vida lo llenamos de licor o de comida.
Lo terapéutico entonces es aprender a hacer surgir la relajación interna, y por ende la profunda paz interior. Esto pasa por la experiencia de aprender a perdonar y a perdonarse.
3ª confusión: El orgullo.
El orgullo es considerado un estado de la mente inferior que tiende a separar, es sentirse diferente, superior y separado de otro Ser Humano y de la Naturaleza, no darse cuenta que somos un todo con todo lo vivo, una gran red de información y energía pulsante.
La Relación Terapéutica tiene tres objetivos:
1º Buscamos que el paciente se relaje
(sienta paz), que aprenda a quererse y se acepte, que aprenda a querer su entorno y se relacione adecuadamente. Esto le dará libertad (liberación de sus ataduras) y por lo tanto sensación de felicidad y por ende salud.
2º Buscamos que el paciente recupere la memoria de si mismo.
Es decir que restaure la identidad que cree perdida, pero sólo está olvidada. Muchas veces despertar es solo posible a través de una crisis (la enfermedad por ejemplo). Sanar corresponde a un estado de conciencia superior que podemos inducir en el otro.
3º: Buscamos que el paciente recupere su seguridad.
Esto aparece cuando: comprende que el cuerpo tiene recursos propios, percibe que tiene un sanador interno y que el terapeuta puede ayudarlo a despertar ese sanador, cuando acepta lo que le pasa como una posibilidad de aprendizaje, cuando aprende a ver desde otra dimensión su cuerpo, sus emociones, su forma de pensar. Características éticas del terapeuta: Para llevar a cabo estos tres objetivos el terapeuta debe ser honesto y ser honesto es ser transparente; ser transparente es ser coherente y ser coherente es: pensar, sentir y actuar en la misma dirección. A propósito del acto de sanar dice el Dr. Carvajal…”En la sanción es la sinfonía del Universo pasando a través de mi corazón lo que puede sanar, juega un rol esencial la propia intuición, pero también la confianza absoluta que en este delicado y sagrado oficio, no estamos solos sino que somos un puente.