La ansiedad, en ocasiones, es parte normal de la vida. Todos nos preocupamos por cosas como los problemas de salud, dinero o los problemas familiares. Sin embargo, las personas con trastorno de ansiedad generalizada se preocupan extremadamente o se sienten muy nerviosas por éstas y muchas otras cosas, incluso cuando hay poca o ninguna razón para preocuparse. No les es fácil a las personas con el trastorno de ansiedad generalizada controlar su ansiedad y mantenerse concentradas en las actividades diarias.
Lo bueno es que el trastorno de ansiedad generalizada se puede tratar. Llame a su médico y cuéntele los síntomas que tiene para que pueda ayudarle a sentirse mejor.
¿Cuáles son las señales y los síntomas del trastorno de ansiedad generalizada?
El trastorno de ansiedad generalizada se desarrolla lentamente, y suele comenzar durante la adolescencia o la adultez temprana. Las personas con este trastorno pueden:
- Preocuparse demasiado por las cosas cotidianas
- Tener problemas para controlar sus preocupaciones o sentimientos de nerviosismo
- Ser conscientes de que se preocupan mucho más de lo que deberían
- Sentirse inquietas o tener dificultad para relajarse
- Tener problemas para concentrarse
- Sorprenderse fácilmente
- Tener problemas para dormir o para permanecer dormidas
- Sentirse cansadas todo el tiempo
- Tener dolores de cabeza, musculares o del estómago o molestias inexplicables
- Tener dificultad para tragar
- Tener temblores o tics (movimientos nerviosos)
- Sentirse irritables o nerviosas
- Sudar mucho, sentirse mareadas o que les falta el aire
- Necesitar ir al baño a menudo
Los niños y los adolescentes con el trastorno de ansiedad generalizada a menudo se preocupan excesivamente sobre:
- Su rendimiento, como en la escuela o en los deportes
- Catástrofes, como terremotos o guerras
Los adultos con este trastorno a menudo son sumamente nerviosos sobre situaciones diarias como:
- Seguridad laboral o el rendimiento en el trabajo
- Salud
- Finanzas
- Salud y bienestar de sus hijos
- Atrasarse
- Completar las tareas del hogar y cumplir con otras responsabilidades
Tanto los niños como los adultos con el trastorno de ansiedad generalizada pueden experimentar síntomas físicos que dificultan su funcionamiento y que interfieren con la vida diaria.
Los síntomas pueden mejorar o empeorar en diferentes momentos, y a menudo son peores durante los momentos de estrés, como con una enfermedad física, en la época de los exámenes en la escuela o durante un conflicto familiar o problemas con una pareja o amigos.