Cambios genéticos que pueden derivar en cáncer de pulmón
Los científicos saben cómo algunos de estos factores de riesgo para el cáncer de pulmón pueden producir ciertos cambios en el ADN de las células en los pulmones. Estos cambios pueden ocasionar un crecimiento anormal de las células y algunas veces cáncer. El ADN es el químico en nuestras células que conforma nuestros genes, y que controla cómo funcionan nuestras células. El ADN proviene de ambos padres, y no solo influye en nuestra apariencia. También puede influir en nuestro riesgo de padecer ciertas enfermedades, como lo son algunos tipos de cáncer.
Algunos genes ayudan a controlar cuándo las células crecen, se dividen para crear nuevas células, y mueren:
- A los genes que ayudan a las células a crecer, dividirse o a mantenerse vivas se les denominan oncogenes.
Los genes que ayudan a controlar la división celular o que causan que las células mueran en el momento oportuno se llaman genes supresores de tumores. - El cáncer puede ser causado por cambios en el ADN que activan a los oncogenes o desactivan a los genes supresores de tumores. Los cambios en muchos genes diferentes son generalmente necesarios para que se origine el cáncer de pulmón.
Cambios genéticos hereditarios
Algunas personas heredan mutaciones (cambios) del ADN de sus padres, lo cual aumenta considerablemente el riesgo de padecer ciertos cánceres. Sin embargo, no se cree que las mutaciones hereditarias por sí solas causen muchos de los cánceres de pulmón.
No obstante, los genes parecen desempeñar un papel importante en algunas familias con un historial de cáncer de pulmón. Por ejemplo, las personas con ciertos cambios hereditarios en el ADN de un cromosoma particular (cromosoma 6) tienen una probabilidad mayor de padecer cáncer de pulmón, incluso si no fuman o solo fuman un poco.
Algunas personas heredan una capacidad reducida de eliminar ciertos tipos de químicos en el cuerpo que causan cáncer, como los que se encuentran en el humo del tabaco. Esto puede ocasionar que tengan un mayor riesgo de cáncer de pulmón.
Otras personas heredan un mecanismo de reparación de ADN deficiente que las hace más propensas a tener cambios en el ADN. Las personas con enzimas reparadoras de ADN que no funcionan normalmente pueden ser especialmente vulnerables a químicos que causan cáncer y a radiación.
Algunos cánceres de pulmón no microcíticos (NSCLC) producen demasiada proteína EGFR (que proviene de un gen EGFR anormal). Este cambio genético específico se observa más a menudo con adenocarcinoma del pulmón en mujeres jóvenes, no fumadoras, asiáticas, pero el exceso de proteína EGFR se puede también identificar en más del 60% de los cánceres de pulmón no microcíticos metastásicos.
Los investigadores están desarrollando pruebas que los ayuden a identificar a dichas personas, aunque estas pruebas aún no se usan rutinariamente. Por ahora, los médicos recomiendan que todas las personas eviten el humo del tabaco y la exposición a otras sustancias que puedan aumentar el riesgo de cáncer.
Cambios genéticos adquiridos
Los cambios genéticos asociados con el cáncer de pulmón generalmente no son heredados sino adquiridos durante la vida. Las mutaciones adquiridas en las células del pulmón con frecuencia resultan de factores en el ambiente, como la exposición a sustancias químicas cancerígenas que están en el humo del tabaco. Sin embargo, algunos cambios genéticos pueden ser simplemente eventos aleatorios que algunas veces ocurren en el interior de una célula, sin que haya una causa externa.
Los cambios adquiridos en ciertos genes, como el gen supresor de tumores RB1, se consideran importantes en el desarrollo del cáncer de pulmón microcítico. Se cree que los cambios adquiridos en los genes, como por ejemplo en el gen supresor de tumores p16 y en el oncogén K-RAS, son importantes en la aparición del cáncer de pulmón no microcítico. Los cambios en el gen supresor de tumores TP53 y en el cromosoma 3 se pueden observar tanto en el cáncer de pulmón no microcítico como en el cáncer de pulmón microcítico. No todos los cánceres de pulmón comparten los mismos cambios genéticos. Por lo tanto, no hay duda de que existen cambios en otros genes que aún no han sido descubiertos.