El virus de la gripe constituye una familia que engloba a tres géneros distintos de virus, A, B y C. El responsable de la mayoría de casos en humanos es el virus A; el cual, a su vez se clasifica en subtipos según sus antígenos H y N. El virus sufre cada año cambios antigénicos que ocasionan la aparición de nuevas cepas, con la consiguiente epidemia.
El contagio se produce por los aerosoles procedentes de la tos y los estornudos, por contacto directo mano a mano o por contacto con superficies contaminadas. El periodo de incubación es de 1 a 4 días, el paciente infectado es capaz de contagiar a otros desde un día antes del inicio de los síntomas hasta 5 días después. La gripe afecta a las vías respiratorias altas y bajas, y es raro que se localice fuera de los pulmones.
Se han comunicado casos de fármacos que de forma anecdótica pueden causar un síndrome que puede confundirse con un síndrome gripal, caso de la rifampicina y del alopurinol.
Qué pacientes con síndrome gripal deben visitar al médico
Los signos y síntomas de una gripe no complicada usualmente se resuelven en una semana, excepto la tos y la fatiga que puede prolongarse. Por ello, todo paciente con una gripe superior a los 5 o 7 días debe derivarse al médico.
Indicadores de alarma:
- Fiebre prolongada (más de 72 horas).
- Presencia de los siguiente síntomas: Dificultad para respirar, malestar general excesivo (más allá de las mialgias propias de la gripe), vómitos o alguna erupción en la piel.
- Empeoramiento de los síntomas, posterior a una mejoría inicial.
- Identificación de una focalización primordial de los síntomas, sobretodo en las vías respiratorias bajas, como dolor torácico intenso, expectoración productiva, ruidos respiratorios o disnea.
- Pacientes con riesgo elevado de complicaciones: Asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, insuficiencia cardiaca, enfermedad coronaria, insuficiencia renal, diabetes, inmunodeprimidos, lactantes y ancianos.
Recomendaciones para el tratamiento del síndrome gripal
Tratamiento no farmacológico:
- Reposo e hidratación adecuada.
- Cubrirse la nariz y la boca con un pañuelo desechable cuando se tosa o se estornude.
Prevención:
- Sin duda alguna la medida más eficaz para evitar las complicaciones de la enfermedad es la vacunación de los grupos de riesgo.
Tratamiento farmacológico:
- Los analgésicos-antipiréticos, caso del paracetamol, y los analgésicos antiinflamatorios no esteroideos (AINES), caso del ibuprofeno, por vía oral pueden ser útiles para aliviar los síntomas generales, la fiebre, las mialgias y el dolor de cabeza. El ácido acetilsalicílico (AAS) se debe evitar en los menores de 18 años.
- Si el paciente está muy afectado por la rinorrea se puede administrar un antihistamínico,
caso de la cetirizina o loratadina, por vía oral durante unos 3-5 días como máximo. - En el caso de que la obstrucción nasal sea un gran problema, se puede añadir un vasoconstrictor por vía nasal; se justifica el uso de oximetazolina nasal sólo en adultos, durante el periodo mas breve de tiempo posible y nunca sobrepasando los 5 días. Es importante que el farmacéutico evalúe la relación beneficio-riesgo en cada paciente debido a que este tipo de fármacos está altamente asociado con el desarrollo de rinitis medicamentosa.
- Los vasoconstrictores por vía oral, caso de la pseudoefedrina, se podrán utilizar pero teniendo en cuenta que está contraindicado en pacientes con hipertensión, cardiopatía o trastornos de ansiedad.
- En caso de tos no productiva muy irritativa se puede recomendar un antitusivo, caso del dextrometorfano o la codeína.
Los medicamentos antivirales específicos, sólo están indicados en situaciones de epidemia para aquellos pacientes de alto riesgo con sospecha clínica de gripe que, por cualquier motivo, no hubiesen recibido la vacuna antigripal. Su eficacia es limitada y su administración se debe iniciar siempre en las primeras 48 horas de la enfermedad.
- Los mucolíticos no están indicados en la gripe.
- Los antibióticos no están indicados en la gripe no complicada.
Recuerde que:
- La gripe es una enfermedad viral que amenaza sobre todo a los pacientes más vulnerables. Por ello, la vacunación de dicha población es la principal medida preventiva.
- En la mayoría de la población no supondrá una amenaza grave a su salud.
- Una vez se ha adquirido la infección, las medidas terapéuticas deber estar orientadas al alivio de los síntomas.
- En caso de ser necesario, la recomendación del uso de vasoconstrictores nasales debe ser por 3-5 días máximo.