La Asociación Estadounidense de Psiquiatría (American Psychiatric Association (APA)) publicó el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, en el que clasifican los diferentes trastornos generalizados del desarrollo.
La finalidad del manual es que los investigadores y profesionales de la materia compartan datos e información a fin de que puedan estudiar los diferentes trastornos, y, además, les ayude en el diagnóstico.
Estos son los Trastornos Generalizados del Desarrollo que podemos encontrar en el manual:
- Trastorno Autista
- Trastorno de Rett
- Trastorno Desintegrativo Infantil
- Trastorno de Asperger
- Trastorno Generalizado del Desarrollo No Especificado
• Trastorno Autista
El trastorno Autista o TEA, es un trastorno neurológico complejo que afecta al funcionamiento cerebral y al neurodesarrollo, daña las capacidades de comunicación y sociales del niño y, generalmente, dura toda la vida.
Los síntomas pueden variar desde muy leves hasta severos y se caracterizan, sobre todo, por comportamientos y rutinas muy repetitivas. Se diagnostica cuando el niño tiene 3 años, siendo los padres lo que habitualmente observan comportamientos “diferentes” a los de otros niños de la misma edad.
• Trastorno de Rett
Se trata de un tipo de autismo que afecta, casi de forma exclusiva, a las niñas. Tiene carácter regresivo, lo que significa que las niñas que lo padecen experimentan un proceso degenerativo de forma progresiva del sistema nervioso.
Dicho trastorno se manifiesta en torno a los dos años en forma de alteraciones en la comunicación, en la motricidad tanto fina como gruesa, y en la cognición.
• Trastorno Desintegrativo infantil
Otro de los trastornos generalizados del desarrollo es el Trastorno Desintegrativo Infantil, también conocido como el Síndrome Heller.
Esta afección es más frecuente en niños y no existen tantos casos como, por ejemplo, el Trastorno Autista.
Es un trastorno poco conocido de espectro autista, que se caracteriza principalmente porque se presenta entre los 3 y los 10 años, tras los dos primeros años de vida en los que ha habido un desarrollo normal.
El niño sufre un deterioro en las habilidades adquiridas muy pronunciado y, además, aparecen síntomas y comportamientos muy típicos del síndrome de Asperger, tales como: regresión o pérdida total del lenguaje, deterioro de la comunicación, carencias en las habilidades e interacciones sociales, retraso mental y comportamiento adaptativo deficiente.
¿Cómo se puede trabajar la ansiedad en los niños?
En ocasiones, hay niños que han llegado a manifestar otros síntomas como la pérdida de la motricidad, así como, la pérdida del control de los esfínteres.
• Trastorno de Asperger
El síndrome de Asperger es considerado un Trastorno Generalizado del Desarrollo, incluido también en aquellos de espectro autista.
Este trastorno se caracteriza principalmente por la enorme dificultad en la interacción social recíproca, escasa comunicación verbal y no verbal, patrones de habla extraños, expresión facial inexistente, incapacidad de aceptar el cambio, o por ser personas poco flexibles en sus pensamientos.
Además, las personas que lo padecen suelen tener patrones de comportamiento muy repetitivos y obsesivos, y presentan una extrema sensibilidad a los estímulos exteriores.
Quienes sufren el síndrome de Asperger son personas que destacan en áreas como las ciencias o las matemáticas, y son excelentes en aquellas habilidades que impliquen usar la memoria como, por ejemplo, recordar fechas, lugares, nombres, épocas, etc.
Este síndrome suele afectar más a los niños que a las niñas, y dura toda la vida. Los síntomas pueden agravarse o disminuir en el transcurso del tiempo, sin embargo, detectarlos a tiempo puede ser de gran ayuda.
• Trastorno Generalizado del Desarrollo no especificado
El Trastorno Generalizado del Desarrollo no especificado es un tipo de trastorno que se caracteriza principalmente por una alteración profunda y grave en tres de las principales áreas de desarrollo de un niño.
Dichas habilidades afectadas son: las habilidades lingüísticas, la conducta y las relaciones sociales y los intereses.
Este trastorno suele ser confundido en muchas ocasiones con un tipo de autismo, el Autismo Atípico. Por otro lado, presenta muchos patrones de conducta similares a los diferentes trastornos generalizados del desarrollo pero, sin embargo, en ocasiones no se puede determinar que se trate de uno de ellos, por lo que se considera como “no especificado”.